No sé si te habrá pasado a ti como artista pero a otros como tú les viene pasando desde hace tiempo sin que hasta ahora se esté haciendo nada ni por parte de las Administraciones Públicas ni por parte del propio sector para cambiar esta situación y ni siquiera por parte de los propios artistas. Te dan la alegría de que quieren realizar una exposición de tu obra en un centro público y te dicen que van a cubrir la producción de la exposición de tu obra anterior así como de obra nueva específicamente realizada para la misma. Para ello vas a recibir una cantidad que en algunas ocasiones va a ser importante. Estás tan contento que no preguntas nada más. Te pones a preparar con ilusión todo lo necesario para que la exposición tenga lugar. Empiezas a trabajar con la persona encargada del comisariado de la exposición, a fijar qué obra quieres mostrar de la ya existente y qué obra nueva vas a crear.
Te han dicho que van a cubrir todo y cuánto van a darte para la producción por lo que para qué preguntar más, te dices, no sea que se molesten y la exposición finalmente no se lleve a cabo. Más tarde cuando llega el momento en el que te pones a preparar la producción de la nueva obra así como de aquellos otros elementos que son necesarios para la exposición necesitas dinero para poder adquirir los materiales y contratar a los profesionales que te ayudarán con el proceso. Es ahí cuando te acuerdas de preguntar a los organizadores, a la Administración, que cuándo te van a pagar para que puedas llevarlos a cabo. Por supuesto, te dicen que te pagarán una vez se inaugure la exposición; que, mientras tanto, debes ser tú el que consiga por otro lado el dinero para adquirir todos los materiales de la obra nueva y de la exposición. Te habían prometido una cifra con X ceros y ahora debes pedir dinero prestado a tu familia y a tus amigos para que el día de la inauguración esté todo perfecto. No sabes de dónde vas a sacar el dinero pero al final de un sitio o de otro lo consigues así que sigues para adelante.
Pero ahí no queda todo. Más tarde, ya avanzada la preparación de la expo, les preguntas cuánto cobrarás como honorarios por tu trabajo y la Administración te dice que no, que no hay honorarios, que ellos sólo pagan la producción, que de lo que cobres como producción tendrías que haber calculado cuánto te queda limpio. Te quedas perplejo puesto que ya habías planificado que toda la cantidad que te habían dicho que te iban a dar para la producción iría para eso, para la producción, siempre pensando que aparte habría una cantidad para honorarios que cubriría todo el trabajo de varios meses que ibas a dedicar a la exposición o, al menos, la cesión no exclusiva del derecho de exposición pública de la obra durante el tiempo que dure la exposición. Pero no, de pagar honorarios, nada. Sin embargo, sabes que la persona encargada del comisariado sí cobrará honorarios por su trabajo y que dicha cantidad le quedará casi toda limpia puesto que sus gastos son mínimos.
Así que allí te encuentras, el día de la inauguración, presentando una “magnífica” exposición con las autoridades y los responsables políticos y administrativos correspondientes muy orgullosos de la exposición que “su Administración” ha promovido sabiendo que la exposición ha sido posible gracias a ti, que has financiado y sufragado gran parte de lo que allí se muestra, que no has cobrado nada aún y no sabes cuándo lo harás, que debes dinero a todo el que te ha prestado y encima no vas a sacar nada en limpio de la misma. Bueno, algunos te dicen que al menos has conseguido una exposición en una buena sala y promoción de calidad para tu obra y que quizás y teniendo mucha suerte pueda servirte para atraer la atención de coleccionistas en el futuro y vender algo en la próxima feria. ¿Quién quiere honorarios cuando hay una buena promoción? te dicen algunos con sorna. Pero, por el momento la promoción no te da de comer y te preguntas desesperadamente de dónde te vendrá el próximo proyecto que te permita salir adelante.
Cuando crees que ya solamente te queda emitir la factura y que ya a partir de ahora sólo será cuestión de esperar, aunque ni siquiera sabes cuántos meses, te encuentras con que te queda la siguiente fase: la discusión del concepto de la factura porque lo que le viene bien a la Administración no concuerda con el trabajo realizado y con lo que la normativa fiscal exige. Y ahí te tiras otro tiempo con dimes y diretes hasta que se acuerda un concepto con el que aún no sabes si tendrás problemas el día que haya una inspección de Hacienda.
Por supuesto esto ocurre también cuando impartes conferencias o talleres y te pagan tarde pero en el caso de las exposiciones en donde el artista se encarga de preparar la exposición y de crear obra ad hoc es más sangrante porque hay unos gastos de materiales y servicios que se deben realizar que en el caso de conferencias y talleres no existen (salvo contadas excepciones).
Esta situación pone de manifiesto que la Administración y sus responsables no han hecho el ejercicio de ponerse en la piel del artista que va a realizar la exposición. Lo tratan como a cualquier otra empresa proveedora de las que les vende el papel para las fotocopiadoras o les hace unos arreglos en sus edificios. No tiene en cuenta la situación de precariedad económica en la que se encuentran la mayoría de los artistas, incluidos bastantes de los más reconocidos. Si la Administración quiere producir una exposición de un artista debe actuar como una verdadera productora, dado que ella ha sido la promotora y tenido la iniciativa, y tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Los artistas no tienen los medios económicos necesarios para correr por adelantado con todos los gastos de la producción de una exposición. Los proveedores de los materiales y servicios necesarios para la realización de la exposición deben ser contratados directamente por la Administración ya que ella es la productora de la exposición, no el artista. Dado que en la mayor parte de los casos nos encontramos con cantidades inferiores a los 18.000 Euros (*) nos encontramos ante contratos menores y bastará con la emisión de la factura por el proveedor y la aprobación del gasto por la Administración para que se contrate la compra del material o prestación del servicio. Algunas Administraciones dicen que esto les complica su actividad y que es más fácil que sea el artista el que contrate porque la Administración debe pedir al menos tres facturas por cada servicio o compra que se requiera. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así y si en ciertos casos la Administración las está pidiendo este requerimiento se deriva de una incorrecta aplicación de otra normativa relativa a subvenciones, y no a contratación pública, normativa que no es aplicable en estos casos.
- El artista debe cobrar honorarios al igual que el comisario. Estos honorarios deben abonarse al artista tanto por el trabajo realizado para la preparación de la exposición como por la cesión no exclusiva del derecho de exposición pública de la obra durante el tiempo que dure la exposición. Este último aspecto no procederá en el supuesto de que el artista pertenezca a una entidad de gestión, ya que la Administración abonará lo establecido por dicha entidad para esos casos, pero eso no quita para que abone al artista los honorarios correspondientes por su trabajo en la puesta en marcha de la exposición. Existe base jurídica en la normativa de contratación del sector público para la contratación de artistas que se puede aplicar en estos casos. Años después de Códigos de Buenas Prácticas y Deontológicos aun debemos recordar esto!
- La Administración debe abonar los honorarios a los artistas en el tiempo que la ley establece que son treinta días desde la prestación del servicio y emisión de la factura.
- La Administración debe conocer y aplicar la normativa fiscal que los artistas deben respetar para que no se vean obligados a emitir facturas por conceptos que no se adecuan con lo que la Agencia Tributaria exige.
Por supuesto, también, como es lógico, los propios artistas deben reflexionar sobre qué habrían podido hacer previamente antes de embarcarse en una exposición que quizás no iban a ser capaces de sufragar, aprender de este tipo de experiencias y sacar conclusiones que le sirvan en ocasiones similares que se presenten en el futuro. Sabrán que cuando les ofrezcan la realización de una exposición deben preguntar por las condiciones económicas de la misma, los conceptos que se van a cubrir (honorarios por prestación de servicios, por cesión de derechos, producción de obra nueva, etc), la forma y el plazo de pago y que todas ellas se hagan constar, si no en un contrato formal (que no siempre es necesario dependiendo de la cuantía) sí en una carta de compromiso para que las condiciones queden claras.
Esta situación se repite a lo largo y ancho de nuestro territorio y es meramente un ejemplo de los muchos que hay no solamente en el sector del arte contemporáneo sino también en el de otros sectores como las artes escénicas y seguro que tú mismo tienes ejemplos propios que te han ocurrido a ti o algún amigo. ¿Hasta cuándo va a seguir ocurriendo esto? Por eso he decidido abrir este debate para que compartas en la zona de comentarios casos concretos que te hayan pasado a ti y entre todos podamos promover un cambio en la sensibilidad y en la actuación de las Administraciones Públicas en estas situaciones. Así que te invito a que escribas tus ejemplos en la zona de comentarios. Si conseguimos tener bastantes casos documentados podremos tener una herramienta útil para lograr que las cosas cambien a disposición de todos aquellos que quieran transformar el modo en que la Administración actúa y tener un impacto real en las políticas culturales de nuestro país. Espero tus comentarios.
(*) Este artículo fue publicado originariamente el 18/01/2017 en el que la cuantía máxima del contrato menor era de 18.000 Euros. A día de hoy, 6 de febrero de 2020, el importe máximo es 15.000 Euros.
Autor: Eva Moraga
La administración organiza una muestra de Danza en mi ciudad, formato Showcase (pieza corta), donde se compromete a conseguir que programadores internacionales van a ir a verte (alrededor de 15).
El artista o compañía además de pagar una cuota por participar, paga los gastos de representación, pre y post producción.
Los programadores internacionales vienen “a gastos pagados” por la administración.
Solución: contemplar un presupuesto para los/as artistas.
Un ejemplo de muchos: Los gestores culturales recibimos ayudas públicas para nuestros proyectos. Aunque te den 5.000 euros, tienes que adelantar el total de tu presupuesto presentado (en ocasiones el estimado), con facturas y justificantes de pago. El total del proyecto, sin recibir el dinero antes. Cobran todos, artistas, servicios, trabajadores, etc., todos, y tú, como gestor, pides el dinero por adelantado a familia y/o bancos. Te fríen a intereses, sufres por no saber plazos de pagos, gastos que nunca se pueden incluir en la justificación, ni siquiera a veces te dejan los de autónomo, te piden justificación hasta de una factura de dos euros. Si algo no les convence, te lo pueden descontar, porque no ha habido una resolución o unas bases reguladoras previas. Justificas y te la juegas. A esas alturas ya te sabes todas las leyes locales, autonómicas estatales, ellos no y abusan de ello, minimizas riesgos con tu sabiduría. Y tu cuenta, cuando no has recibido remuneración por tu trabajo además, sigue bajando, sigues empantanándote. A la ruina se suma la cara que se te queda porque sin papeles firmados, sin convenios, sin compromisos escritos vas de la mano de varios políticos a una rueda de prensa. Y al siguiente año, cruzas los dedos para que esa miseria que te dan se repita y no te la quiten.
Muchas gracias, Raquel.
Muchas gracias, Nerea!
Siempre digo -solo medio en broma- que la situación de las artes plásticas es el único consuelo que nos queda a los de las artes escénicas, querida Eva. Pero en realidad me parece una situación lamentable e injusta, que no debería producirse en ningún caso..
Esto que cuentas en tu post me recuerda mucho a las ayudas a la producción coreográfica de la Comunidad de Madrid en las que el “subvencionado” sabe de antemano antes de qué fecha tiene que estrenar la producción y antes de qué fecha tiene que presentar la justificación pero no tiene forma de saber en que momento posterior le van a ingresar el dinero adjudicado para la producción. Así por ejemplo, a fecha de hoy ninguno de mis compañeros “beneficiarios” de una de estas ayudas para la producción coreográfica de 2016 ha recibido aún el ingreso de un dinero que claramente ha adelantado puesto que ya están hechos -estos sí en tiempo y forma- tanto el estreno como la justificación. Se puede, además, rizar el rizo cuando el “auto-productor” por no haber cobrado la ayuda de la Administración no puede cumplir con sus obligaciones tributarías en plazo y entonces es, además, sancionado por esa misma Administración que le debe dinero. Hasta cuándo podemos/debemos aguantar esto?
Muchas gracias, Claudia!
Hay un abuso sistemático a los artistas. Se parte de la idea de que el artista es un productor de objetos, y que la institución le hace publicidad. Pero la realidad es que el artista es, en este caso, un proveedor de servicios, y que no está recibiendo ninguna retribución por su trabajo, pese a que las instituciones no tendrían ningún sentido sin él.
Hay varios movimientos internacionales sobre este tema: http://www.wageforwork.com/ y http://www.payingartists.org.uk/ son buenos ejemplos.
Gracias por compartir, Tomás. Sí, los conozco y me alegra que los menciones para que otros puedan conocerlos y vean que se pueden hacer muchas cosas desde nuestro lado.
Gracias por el post Eva, es totalmente cierto. Mi pregunta es ¿como lo hacemos? porque me temo que aún siendo consciente de esta situación y de nuestros derechos como artistas, una vez llegados al momento de hablar de las condiciones, exigiendo honorarios, etc, no creo que la entidad cambie su modus operandi. Entonces nos encontraremos con dos posibilidades, o seguir con las condiciones tal como son o negarnos y renunciar a la exposición. Y todos sabemos que pocos artistas renunciaríamos a una posibilidad de exponer en un buen espacio. Supongo que si TODOS nos pusiéramos de acuerdo funcionaría pero si un artista dice que no irán a por el siguiente que dirá que sí, ¿o no?…no lo sé.
Gracias, Jonathan. Hay muchas acciones que se pueden llevar a cabo, unas de carácter individual y otras de carácter colectivo. Individualmente un artista debe informarse adecuadamente de cuáles son sus derechos y obligaciones para después poder hablar con confianza y profesionalidad con las Administraciones y negociar lo que sea factible. También debe ser consciente de cuáles son los principios y valores éticos y profesionales a los que quiere someterse y saber que solamente será artista profesional cuando actúe como tal. A veces solamente se trata de exponer tus propias consideraciones de forma educada y respetuosa haciendo ver que ciertas formas de hacer que se siguen perpetuando por costumbre no necesariamente deben continuarse repitiendo. De forma colectiva se pueden realizar diversas iniciativas, campañas de advocacy (incidencia política) para cambiar las cosas, como las que comentaba Tomás, pero deben estar bien planteadas, organizadas y coordinadas de manera que no se queden en acciones meramente puntuales sino que tengan una continuidad, seguimiento y evaluación de su impacto. Solamente de esa manera podremos transformar las maneras de hacer de las Administraciones Públicas y del propio sector.
Cierto, lo tendré en cuenta.
Gracias!
cualquier parecido con la secretaria de cultura de santa fe y rosario es una mera imaginacion del autor.
lamentablemente esto corre por cuenta del artista prestandose a su uso politico por el solo hecho de pertenecer a un stablicmen que no es tal
preguntaros cuando presentar tu obra y has sido seleccionada, porque tenemos que abonar tanta cantidad de dinero para que tu obra se exponga, debería ser ellos los encargados de costear los gastos?
Hola Pepa, ¿podrías ser más concreta sobre el caso que nos comentas para que pueda contestarte?
Hola, comento mi caso particular en la ciudad de León, en 2013 realizo dos exposiciones en salas de Ayuntamiento, a ambas inauguraciones asisten políticos, funcionarios y mucha gente. Cuando planteo la exposición y me aceptan el proyecto me informan que las partidas para la cartelería y promoción se han agotado, yo ya tenía producida la obra y quería exponerla. Se que en ese mismo momento debía haber dicho que no. Acepté exponer con esas infra-condiciones, tu lo pagas todo.
Pero todo estalló en el momento en que finalizando la segunda de las exposiciones recibo el mensaje de que debo “donar” una de las obras expuestas al Ayuntamiento. Cuando llamé a la funcionaria para que me corroborare lo que yo pensaba que era una broma, me dice que “como me pongo, que carácter, que todos los artistas lo hacen orgullosos”, entonces yo le expliqué que en ambas exposiciones todo el mundo había ganado dinero, el transportista que llevó la obra, la imprenta que imprimió los carteles con “la exigencias del Ayto, pero que yo pagué”, el vigilante que abría y cerraba, la propia funcionaria que lo había gestionado… y sólo yo lo había gastado, pero ella insistió en la gran labor de promoción que el Ecmo. Ayto de León había hecho, excepto funcionarios y políticos, el resto de visitantes los congregué yo y mi obra.
Me preocupa que estas mismas prácticas se están trasladando al ámbito privado, condiciones paupérrimas con galerías, donde casi debes arrodillarte y adorar al comisario o al galerista y pagarle hasta las cañas, ¿solo por que tiene un local?. Nosotros tenemos muchísima parte de culpa, cuando aceptamos que una empresa privada o pública se beneficie de promoción explotando nuestro trabajo. Proyectos culturales en los que el artista que invierte mientras que empresas e instituciones lavan su imagen ante la sociedad pregonando a los cuatro vientos su interés por la cultura y las artes.
¿Por qué solo se hacen exposiciones benéficas donde los artistas regalan las obras y un espacio publico o privado se beneficia de promoción y no bonos de dentistas benéficos, o consultas de abogados benéficas, microndas benéficos…? Realmente somos los “pringados de la cultura”.
Un saludo
Rafa
Muchas gracias por compartir este caso, Rafa. Me queda la duda: ¿al final donaste la obra?
No.
Desde luego que todos estos comentarios son como “ecos” constantes de sucedidos entre Galerías-espacios culturales y Administraciones, que es lo que comunican, que es lo que escondo y que es el resultado positivo para nosotros empresarios y ellos, los pobres pintorcillos…claro, como hay muchos y con ganas de verse colgadas sus obras, con ese regustillo es suficiente para satisfacer su ego y contrarrestar con que un renglón en tu curriculo sea suficiente con este pago.
Y no solo eso, si no que a pesar de los gastos, tiempo de trabajo, horas de sueño, para terminar esa exposición, tratarla, embalarla y desplazarla a su destino, se suman los gastos añadidos por “metros de pared”.(mas caro que una habitación de el mejor hotel)..Catálogos, mailins, inauguración etc. que siempre suelen ser con cargo al artísta, en esa inauguración, solo ver y recibes a tu gente, y… la gente o clientes de la Galería, donde están…ninguno, nadie te presenta a nadie que no conozcas y que venga de esta sala, ¿entonces, que trabajo ha tenido esta..ninguno, y…los 500 catálogos que dice repartir-reservar para sus clientes?..de eso nada, los has pagado y no se han hecho pringao…..y además, por si fuera poco, tu obra gusta, trabajas bien, alguien pregunta por una de tus obras, y el precio resultante le has puesto, una cantidad para poder pagar todo esto y no pillarte los dedos, que resulta la que tenía, multiplicado por……ven la obra, ven el cartel de su precio y lo mas normal es que se asusten y se den media vuelta, no es comparable, pero el artísta no tiene la culpa, es obligado a…
Desde hace años vengo dando contenido a un muy interesante proyecto para creadores y artístas de todas las disciplinas, y su “solución” de todo esto en la idea de la autogestión, y producción constante de los trabajos de los creadores, sin comisiones, sin otros intereses ajenos al Arte y al artísta y para iniciar desde aquí, su trabajo remunerado, honrado y continuado en el tiempo.
Mas información en mi correo,
Eva, me gustaría que conocieses este especial proyecto y dada tu experiencia, me dieras las posibilidades que puede tener y de su puesta en marcha.
Saludos.
200 creadores, 12 profesores, Mediadores culturales y personal de servicios, mas de 230 personas en un nuevo concepto viable de propuesta de Arte
Gracias por tu comentario, Enrique. Cuando quieras me cuentas más sobre ese proyecto. Saludos cordiales